A partir del cuarto mes de gestación, aproximadamente, las futuras mamás empiezan a sentir los movimientos de su bebé. Las pataditas son indicadores de que el bebé goza de un excelente estado de salud, siempre que estén en relación con el desarrollo y el crecimiento del bebé.
La madre suele notarlas al cambiar de postura, estirarse o al sentarse tranquilamente a descansar. El bebé aprovecha esos momentos para golpear con brazos y piernas la pared del útero materno con períodos de actividad y de descanso. Según avanza el embarazo, la actividad se concentra en determinados momentos del día, por lo que pueden ser bastante predecibles.
Las patadas del bebé
El movimiento del bebé está influenciado por la alimentación de la madre y se estimula con el consumo de dulce. Durante este proceso, se produce un incremento de la glucosa en la sangre materna que pasa al bebé a través de la placenta y que anima al bebé a moverse rítmicamente y por períodos cortos de tiempo.
Cuando el embrión mide sólo unos pocos centímetros, flota en el vientre materno, se balancea y gira en el líquido amniótico. A medida que va creciendo, los movimientos fetales son cada vez más precisos.
Todos los movimientos que realiza el bebé, exigen coordinación entre la espina dorsal, la cabeza y los hombros. Los movimientos del futuro bebé no suponen ningún peligro para él, constituyen un buen entrenamiento y el líquido amniótico le protege.
Patadas, ¿cada cuánto?
Durante el segundo trimestre, las patadas son poco frecuentes y ocurren de manera espaciada en el tiempo. No obstante, no existe un patrón fijo para medir los movimientos del bebé. Una vez que se empiecen a sentir con regularidad, los ginecólogos recomiendan observar su regularidad y su frecuencia, porque una reducción en la actividad del bebé podría indicar algún problema.
En el tercer trimestre del embarazo, puedes empezar a contar las pataditas de tu bebé. Los movimientos fetales son un signo de bienestar fetal, aunque hay que tener en cuenta que su intensidad y número es variable en cada feto. A título orientativo, en el tercer trimestre se suele percibir un mínimo de 10 movimientos al día. Y recuerda, más importante que contar cuántas veces se mueve el bebé es percibir, de pronto, que disminuyen los movimientos fetales, teniendo en cuenta que hay días que se pueden notar más o menos movimientos.
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